Reto
Ecoembes necesitaba conectar con los jóvenes, un grupo demográfico paralizado y cansado de que las marcas les digan qué hacer bajo la etiqueta de “Generación Z”. El desafío no era solo hablar de reciclaje, sino recuperar la relevancia en un entorno mediático saturado de tópicos sobre la precariedad y la desesperanza, demostrando que el cuidado del medio ambiente empieza por el cuidado del propio futuro individual.
Idea
Para ser escuchados, empezamos negando la mayor: “La Generación Z no existe”. Desmontamos la etiqueta que homogeneiza a millones de personas para lanzar Circular Future, una plataforma que no trata a los jóvenes como un target, sino como individuos únicos. Pasamos del discurso a la acción, creando un colectivo real con influencers como Marina Rivers hasta enfermeros y biólogos, para demostrar que la diversidad es la única constante. Si no hay dos jóvenes iguales, no puede haber un solo futuro preestablecido.
Resultado
Creamos un ecosistema de contenidos y experiencias que trasciende la publicidad tradicional como un documental manifiesto o un informe sociológico con datos reales. Una campaña que transformó la conversación sobre sostenibilidad, moviendo el foco de la culpa colectiva a la oportunidad individual.
